Conquistador del Perú
- Padres: Alonso de Acosta y de María de Alor
Juan de Acosta nació en Villanueva de Barcarrota, Badajoz, probablemente en 1524.
Hijo de Alonso de Acosta y de María de Alor.
En 1535 obtuvo permiso para pasar a Nombre de Dios, uno de los primeros asentamientos españoles en América, la población más antigua fundada en la América continental por los europeos en lo que hoy es Panamá.
Cuando Francisco Pizarro pide auxilio para sofocar la rebelión incaica promovida por Manco Cápac, acude al llamado integrándose en la conquista peruana.
Soldado que luchó en el bando de Gonzalo Pizarro, con quien como alférez mayor participó en la fracasada expedición en el Perú en 1540, cuyo resultado fue el descubrimiento del Amazonas.
Tomó parte en la conspiración organizada contra el gobernador Cristóbal Vaca de Castro en Cuzco, y tras su fracaso, se trasladó con Gonzalo Pizarro a la ciudad de La Plata, acompañándolo después en la Gran Rebelión de 1544 de los encomenderos contra la corona española en protesta por la dación de las Leyes Nuevas de 1542, que protegían a los indígenas limitando las acciones y abusos de los encomenderos.
Después del nombramiento de Gonzalo Pizarro como gobernador del Perú, Acosta dirigió la persecución del virrey Blasco Núñez Vela hasta Popayán, interviniendo en la batalla de Iñaquito como capitán de arcabuceros. Como reconocimiento a su destacada participación, se le nombró alguacil mayor del Perú.
Dirigió acciones contra los partidarios de la causa de la Corona. Participó en la batalla de Guarina en 1547 y, tras ser herido, regresó al Cuzco para preparar con Gonzalo Pizarro la resistencia al avance de Pedro Lagasca. Lideró a los treinta jinetes y cincuenta arcabuceros que infructuosamente trataron de impedir que el ejército real cruzara el río Apurimac siendo apresado tras la derrota pizarrista en la batalla de Jaquijaguana, cuando los soldados y varios capitanes de Gonzalo se pasaron en masa a las fuerzas reales.
Fue condenado a la horca y a la pérdida de todos sus bienes, incluida su encomienda de Pocona, ejecutándose la sentencia el 10 de abril de 1548 en Cuzco.
Por ser considerado traidor, su cabeza fue expuesta en la picota.